Texto de María Antonia Ricas (epílogo):
Desde una aparente claridad, desde una cuidadosa
sencillez, este libro que tienes en las manos responde a la esperanza… No se
trata de una expectativa distante, sino del gesto creador del poeta Jesús
Maroto. No hemos perdido nada te
acerca, con cierto fondo machadiano, a la palabra de una sutil melancolía, a la
reflexión breve y certera, a la instantánea de estar viviendo, a la nostalgia y
la ironía, a la serenidad sin amargura, a los momentos íntimos del amor, a la
delgada ternura del perdón por el paso del tiempo, por las pérdidas, por la
incomprensión a veces.
Este libro que tienes en las manos
refiere el mágico y arrebatador hecho de escribir, las preguntas que carecen de
respuestas y, sobre todo, señala el relato de un corazón que aún late emocionado…
Contenida emoción, sí, apartando el desaliento. Es el temblor cálido de la
esperanza.
Mira, un poema esencial, «Prometedor
comienzo»…
Te invito a que sigas leyendo el libro, no te defraudará:
Estas son las mañanas
que comienzan el día
con buen pie: sosegado
desayuno en la cocina
mientras la casa se llena
de todos los tonos
del azul.