...Unos confesarán cómo el recién llegado va descubriendo con la sorpresa de su mirada que todo por estos campos es un derroche de historia sepultada, desde que Apiano trazara sus legajos sobre Tito Didio y sus sometidos; otros admirarán los hazcales de piedras que cada estación sembró furiosa por los suelos, después de cada batalla, para ganar tiempos a los tiempos; los demás se interrogarán sobre el enigma que oculta todavía tanto acopio de fanegas de tierra, arropando unas ruinas acorazadas, con el silencio que impregna el suceder ininterrumpido de los siglos; y todos se asombrarán ante la parvedad de una vida humana, que ha resistido a golpe de cierzos, con tanta abnegación como arrebato, tras el yugo del trabajo. Termancia (Tiermes para los lugareños) florece sobre una enorme plataforma de roca arenisca que acoge, agazapadas, ruinas celtíberas y romanas.