"Cenizas en el páramo" nos habla de lo que perdemos y de que podemos recuperar en cualquier momento. La decisión es sólo nuestra, paraece anunciarnos sus versos... Mientras tanto es reconfortante tener la suerte de leer esta crónica poética de gentes y sentimientos que son comunes a nuestra cultura, a través de las voces y los gestos de nuestros antepasados...
LA TABERNA
[Está vacía la taberna. Pasa.
No te quedes mirando. Entrada libre.
Tú eres libre y lo sabes. Adelante.
Mira, mira el cartel: abierto al público.
Y el público eres tú. No te lo pienses
dos veces. La primera es la que vale.
Es la hora del vino, es la hora,
y acudirán puntuales a la cita,
muertos de sed, los mismos parroquianos,
que el vino apremia y la mujer espera...
Anda, échate un trago, y se te pasa
la vergüenza de haber sido el primero,
que es vergüenza mayor beber el último
y no encontrar después lo que buscabas,
porque buscando mucho encuentras vino...
Pasa ya. No lo pienses. Alguien tiene
que dar ejemplo, y animar el ojo
de gallo picarón del tabernero,
con derecho a comer todos los días
a cuenta de lo mucho que otros beben...]