Poeta que enaltece lo cotidiano y reclama un deseo incombustible de vivir y respirar a través del Amor, asombrándose del milagro que representa su celebración eterna pese a lo efímero de su condición... (del prólogo de Milagros Román).
Bajo este clima de felicidad y aparente fragilidad del autor, hay una lucha combativa y un deseo de profanar y consagrar al mismo tiempo lo convencional de las formas y los sentimientos, a través de la ironía y dentro de una mágica realidad.