Aunque maravillosa
podría haberse titulado «Lecciones
de amor», pues eso —y no
otra cosa— es la materia que trata. Pero nada hay más difícil que un título:
incluso para su propio autor.
Este libro de Heberto de Sysmo confirma las muy
altas dotes de una escritura austera, brillante, luminosa, que descubre y
refleja el mundo de quien lo escribió: un mundo hecho de palabras que exigen a
y del amor mucho más de lo que este puede dar.
¿Qué llama más la atención en
este libro y en este estilo? Pues esto: su cuidado sistema de dicción, la
eufonía que rige su sintaxis, el rigor con que la lengua coloquial adquiere
condición de verso y una compleja sencillez expresiva que nos lo acerca tanto
que lo sentimos en su máxima proximidad.
Heberto de Sysmo es un poeta raro,
pero no difícil; moderno, pero con tradición; intelectual, pero con
sentimiento, que ha sabido llevar al papel en blanco la epopeya de su primer
amor y superarlo de la única manera que un escritor puede superar las cosas:
escribiéndolas. Y esta crónica suya es una clara prueba de lo que puede
esperarse de él.
Jaime Siles